lunes, 2 de agosto de 2010

reproducción de gatos

Una vez que el gato llega a la adultez, es necesario tomar una decisión con respecto a sus posibilidades reproductivas. En este artículo, se detallan todos los pormenores respecto a la cruza de los gatos, así como de sus tratamientos para interrumpirlas

Celo

El lapso en que los gatos comienzan a experimentar el celo es alrededor de ocho meses, mientras que las gatas promedian los seis.

Durante el celo, los gatos maúllan más fuerte y orinan para marcar su territorio, además de volverse más inquietos y agresivos. También intentan salir a la calle para buscar pareja, con lo que pueden desaparecer por algunos días. En tanto, las gatas hacen como un gruñido leve y suelen refregarse sobre el suelo, levantando parte de su cola.

Si bien estas gatas suelen entrar en celo en primavera, aquellas que viven dentro de una casa que posea la luz y temperatura artificial, pueden estar en celo permanentemente.

Apareamiento

Es muy normal que los gatos se peleen por la hembra, aunque estas pueden cruzarse con más de uno durante el día.

La forma en que las hembras se cruzan, es frotándose contra el macho e inclinándose hacia delante, para que éste pueda montarla sujetándola por el cuello con los dientes. Cuando la hembra desea terminar, lanza un grito para avisar al gato. Luego de esto, en muchos casos, las gatas se tornan agresivas hacia el macho.

Embarazo

La gestación de la cría dura un promedio de entre 60 y 62 días, aunque puede alcanzar los 68. Sin embargo, en caso de que se supere el promedió de los dos meses, se debe avisar inmediatamente al veterinario, puesto que los embarazos muy largos puede deberse a problemas que son necesario tratar con urgencia.

Es posible que durante los primeros días del embarazo la gata presente vómitos, pero éstos suelen irse solos con rapidez. También pueden hacerse más mimosas y demandar mayor atención, aunque cuando hay otros animales en la casa, pueden volverse por el contrario algo más agresivas. Este comportamiento finaliza cEs factible que en su dieta deban ser incorporados suplementos vitamínicos o de calcio, así como más alimento. Para saber esto en profundidad es necesario consultar al veterinario.
La otra opción: esterilización y castración
No son pocas las personas que piensan que castrar o esterilizar a los gatos va en contra de su naturaleza. Sin embargo, alcanza con ver la gran cantidad de gatitos que diariamente son abandonados, para darse cuenta de que, “dejar que todo siga su curso”, puede ser aún peor.

De hecho, si se piensa que una gata puede tener 3 o 4 camadas de cachorritos al año, con un promedio de 4 gatitos por parto, es muy posible que dejarla sin un tratamiento acorde pueda llegar a transformarse en un gran número de gatitos que sufLa castración en los machos

La edad óptima para castrar a los gatos, está entre los 6 meses y el año, dependiendo de cuando haya alcanzado el animal su total desarrollo.
Gracias a este tratamiento, se evita que estos gatos se vayan de la casa por algunos días en sus períodos de celo, lapso en el cual, debido a sus peleas por la hembra, pueden volver lastimados o contagiados de diversas infecciones.

Además, cuando entran en celo los gatos se vuelven más agresivos y tienen una tendencia a marcar el territorio, orinando en diversas partes de la casa. (Está orina es mucho más concentrada e intensa que la común, con lo que posee un olor difícil de quitar).

Por otra parte, la castración es una operación sencilla y de muy bajo riesgo, donde solo se extraen los testículos.

Otra alternativa posible es la vasectomía, una intervención que sirve para que no puedan segregar semen, quedando totalmente estériles. Sin embargo, su deseo y comportamiento no se modifica, por lo que no es recomendable.

Si bien es cierto que luego de la castración tienden a engordar un poco, ya que su actividad física disminuye, esto se puede solucionar con una dieta apropiada.

Esterilización de las hembras

La fecha de esterilización en las hembras es entre sus 6 meses y antes de que tengan su primer celo. Para la mayoría, lo ideal es efectuarlo después de su primer celo, cuando ya están desarrolladas. Mientras tanto, se le pueden suministrar métodos anticonceptivos, de manera temporal.

De hecho, cualquier método anticonceptivo, tanto en inyecciones como en pastillas, debe ser suministrado por cortos períodos, puesto que a largo plazo podrían traer problemas de diabetes o trastornos uterinos. En el caso de que la gata no sea cruzada ni operada, puede llegar a tener comportamientos agresivos, trastornos mamarios, embarazos psicológicos, y quistes ováricos.

Al esterilizar a la hembra, se le quitan su útero y ovarios, por lo que no se pueden producir celos ni embarazos. En el caso de que se opte por ligar las trompas, no podrá haber embarazo pero el celo continuará, algo que puede llegar a afectarle.

Caídas y golpes en los gatos

Comencemos por las caídas y golpes, a las que son proclives, dada su temeridad y naturaleza trepadora, al punto que existe un síndrome llamado “del gato volador” aplicable a aquellos que sufren caídas de varios metros. Es cierto, el gato suele amortiguar el efecto de la caída con su famosa propiedad de “caer parado”, pero no es menos verdadero que esto de poco puede servir si la caída es desde 10 metros o más, cuando el cuerpo puede desarrollar unos 90 km/h en caída libre.

Traumatismos de tórax, heridas faciales, luxaciones de miembros, fracturas en la columna y abdomen son los daños más frecuentes. Lo importante como siempre, es tener la celeridad de llamar a un veterinario para que actúe en consecuencia, pero en un primer momento, es importante notar que ante la posible fractura de un miembro, se deberá inmovilizar la zona envolviéndolo con alguna toalla, trapo o algodón. Esto facilitará también el traslado, así como avisar al veterinario que pronto arribará el animal herido. Si lo vemos que permanece inmóvil después del golpe, es posible que tenga daños en su columna, por lo que se deberá colocarlo sobre una superficie dura, como una madera, estante, bandeja o la jaula de viaje: esto permitirá trasladarlo sin ocasionarle un daño extra.

Cuando el traumatismo es abdominal sin herida cortante, deberá llevárselo para que esté en observación permanente durante 3 o 4 días, pues una lesión interna puede manifestarse hasta 24 o 36 horas después del accidente.

Si se trata de una herida punzante, deberá envolverse al animal en un toallón limpio o sábana, para contener las vísceras. Deberá llevarse de inmediato a la veterinaria.

Si está muy agresivo, se recomienda tomarlo de la parte de atrás del cuello, procediendo a envolverlo por completo con una manta y colocarlo en una caja o su jaula, para trasladarlo.

Hemorragias en los gatos

Golpes, patadas, maltrato humano, mordidas de perros, atropellamientos por autos o motos, son otros de los accidentes que pueden causar traumatismos a un gato, e incluso hemorragias externas.

Una hemorragia es la pérdida de sangre generada por el corte de un vaso sanguíneo importante. Se caracteriza por la pérdida constante de sangre y si esta es grande, puede causar un shock al animal, causándole la muerte en muy poco tiempo.

Si la hemorragia es en un miembro, se puede aplicar un torniquete, arriba de la herida, apretando lentamente hasta cortar la hemorragia. Si la pérdida de sangre fuese en un lugar donde no se puede practicar un torniquete, se puede hacer un vendaje compresivo sobre la herida. Si la pérdida es leve, se puede aplicar como coagulante un poco de azúcar sobre la herida y encima una gasa, fijada a presión con venda o tela adhesiva.

Intoxicaciones en los gatos

En cuanto a las intoxicaciones, cabe aclarar que no todas se producen por la ingesta, sino que muchas veces son a través de la piel. La más común en este caso, es la asimilación de insecticidas utilizados como pulguicidas. Como síntoma, el gato bebe mucho, aumentando su irritabilidad, debiéndose tener mucho cuidado de no ser mordido o arañado por la mascota. Otros tóxicos son los solventes, pinturas, barnices. En todo caso, se tratará de bañar al gato con un shampoo suave, enjuagando abundantemente con agua de la canilla.

Las intoxicaciones internas, en cambio son aquellas en las que nuestro animal ha ingerido sustancias tóxicas, pese a que son bastante renuentes a hacerlo. De ocurrir, se le deberá provocar el vómito valiéndonos de agua oxigenada de 10 vol, en cantidad de entre 5 a 10 cc. Otro procedimiento es darle una cucharada de sal. Esta práctica tiene una contraindicación y es cuando el tóxico ingerido es corrosivo (ácidos, hidrocarburos).


También, si ya pasó más de una hora de la ingestión o no estamos seguros de cuando ha ocurrido la misma.

De ser posible, será muy importante llevar una muestra de la sustancia digerida (veneno) o todo el envase. De este modo, se podrá identificar mejor el agente para actuar con el tratamiento que corresponda.

Contrariamente a lo que se supone, no se deberá suministrar leche, pues puede ayudar a que el tóxico penetre en el organismo. Y tampoco se le deberá dar nunca una aspirina a un gato, que a pesar de ser usual en los seres humanos, es muy tóxica para nuestros amigos los gatos

Ejercicios y juegos para el gato

El bienestar de tu gato depende de su nivel de actividad física. Para ayudarlo, te contamos cuáles son los ejercicios y juegos que más le convienen

No hay nada más lindo que tener un gato en casa, ya que por su serenidad y afecto es el compañero ideal para compartir la vida. No necesitan cuidados especiales, son limpios y ordenados, independientes, lo que sí requieren, como cualquier animal, son ejercicios físicos para mantenerse en forma.

Esto no significa hacerlos “hacer gimnasia” pero sí aprovechar y encausar las propias habilidades físicas que tienen los simpáticos gatitos.

Al contrario que las personas, el gato no necesita ejercicios aeróbicos varias veces por semana para mantenerse en forma, ni paseos diarios como los perros.

Pero lo que sí necesita, es tener una vida activa, ya que el sedentarismo promueve enfermedades que pueden causar daños importantes.

En caso de contar con un jardín propio, es ideal invitarlos a explorar el espacio, dejando que recorran todas las zonas y rincones, intentando cazar pájaros, por ejemplo, actividad que posibilitará la afirmación de la musculatura de tu mascota y hará que la circulación de la sangre fluya mejor, además de mejorar su apetito.

Si no hay jardín, será suficiente invitarlo a que se ejercite dentro del departamento, colocando algunos objetos o muebles que simulen un circuito que puedan recorrer.

Su curiosidad innata los llevará a internarse en este juego, que además de mejorar su salud física, aumentará su capacidad mental.

En caso de que haya dos o más gatos en el hogar, es importante estimularlos para que compartan sus juegos, incrementando así la estimulación lúdica que proporcionará valiosos aportes para el desarrollo del cuerpo de cada animal.

Para los gatos caseros, se pueden utilizar postes para trepar, tablas para rascar, y algunas estructuras que simulen la vida en el exterior.

Naturalmente cuando se va a tener un gato en un sitio cerrado, es necesario tomar en cuenta que sea una raza apta para convivir encerrado, y no una que necesite espacios abiertos.

Las razas que no se adaptan en absoluto a vivir encerradas incluyen el somalí, el abisinio y el rex. Si tienen un compañero de juegos, es bueno que el dueño les estimule e invite a jugar un rato cada día.

Una vez que el gato comienza a jugar, se siente estimulado y seguirá jugando solo, o con su compañero si lo tiene.

Ejercicios y juegos felinos

Los gatos, especialmente aquellos que viven en el interior del hogar, puede que no hagan suficiente ejercicio. Aquí se enumeran algunas ideas para estimular la actividad del animal.

*Pasear, con correas específicas para hacerlo con comodidad o bien un paseo intenso, estimulándolo a saltar y jugar utilizando juguetes naturales como ramitas o montones de hojas.

*Diversión y juegos, con juguetes caseros, cajas, bolsas de papel, pedazos de telas gruesas para que “gasten” sus filosas uñas o bien utilizar elementos que despierten su curiosidad tales como luces reflejadas en las paredes o chorros de agua que puedan atrapar.

*Masaje y estiramiento, para calentar sus músculos, relajar las tensiones y estimular su circulación sanguínea. Un buen cepillado frecuente también será de gran ayuda.

Hábitos saludables

Si tienen un compañero de juegos, es bueno que el dueño les estimule e invite a jugar un rato cada día. Una vez que el gato comienza a jugar, se siente estimulado y seguirá jugando solo, o con su compañero si lo tiene.

Es difícil que un gato se someta a ser sacado a pasear con correa y collar como un perros, pero si no se opone , puede ser sacado a pasear, aunque por lo general esto les disgusta y les causa estrés.

Los gatos en su mayoría son buenos trepadores, y les encanta esa forma de ejercicio. Para subirse a un tronco o un poste, primero dan un gran salto después trepan hacia arriba usando la fuerte musculatura de sus patas posteriores y de su dorso.

Para sujetarse fuertemente, extienden sus uñas. Así que cuando se tiene un gato viviendo en un sitio cerrado, puede ser que utilice alguno de los muebles para trepar, esto no es un "conducta inadecuada", simplemente, responde a su naturaleza y es una necesidad para él.

Un aspecto importante del ejercicio, es para aquellos gatos que participan en concursos, para que estén en condiciones físicas óptimas.

Los criadores de estos gatos, siempre buscan la forma de que realicen ejercicios, proporcionándoles hasta jaulas al aire libre, con árboles artificiales y otros elementos, con respectivas zonas de sol y sombra, para que se mantengan en las perfectas condiciones que se exigen en los concursos.

Pero no es necesario que nuestro gato sea de "concurso" para hacer ejercicio y actividad para mantenerse sano y bello, así que es importante proporcionarle las condiciones adecuadas para que logren mantenerse en forma.

La dentadura de tu gato

Cómo es la boca de tu gato? ¿Para qué sirve cada uno de los dientes? ¿Cuál es el calendario dental?

A lo largo de toda su vida, tu gato tiene dos conjuntos de dientes: uno temporal y otro permanente. Los gatitos tienen 26 dientes temporales (los molares no están durante esta etapa), y los adultos tienen un total de 30 dientes.

Los dientes temporales o “dientes de leche” comienzan a aparecer cuando el gatito tiene cuatro semanas de edad, a las seis semanas de vida, los 26 dientes de leche estarán presentes en la boca.

Desde la semana 11 a la 30, los gatitos van perdiendo sus dientes de leche, durante este período, el animal puede comer menos por dolores en las encías.

Cuando los dientes de leche se caen, son reemplazados por los dientes permanentes (30 en total). Los dientes permanentes deberían estar en su lugar aproximadamente a los seis meses de edad, la dentadura de un gato está constituida para triturar, desgarrar y cortar.

Doce pequeños dientes en la parte frontal de la boca (incisivos): seis en la mandíbula superior y seis en la mandíbula inferior hacen el trabajo de corte.

Estos dientes vienen seguidos de dos caninos superiores y dos caninos inferiores, a veces descriptos como “colmillos”, diseñados para aprehender a la presa y desgarrar la carne. Luego vienen diez agudos premolares y cuatro molares que actúan en conjunto para triturar la comida.

Ocasionalmente, un gato puede retener algún diente temporal una vez que han aparecido los dientes permanentes, este diente de leche debe ser removido tan rápido como sea posible para evitar que saque de lugar al permanente o que lastime los tejidos blandos de la boca del animal.

Gatos: chequeo de salud casero

La piel, el pelaje, y el peso de tu gato pueden decirte mucho sobre su salud. A continuación, aprende a reconocer los síntomas de enfermedad de tu gato.

Desafortunadamente, tu gato no puede venir a avisarte cuando se siente mal o se encuentra enfermo, de modo que dependerá de ti saber reconocer (y entrenarte para ello) su estado de bienestar.

Una buena manera de mantenerte al tanto de la salud de tu gato es hacer un examen físico informal, como parte de la rutina semanal de cuidado del animal.

Pelaje y piel

El pelo de tu gato no debe estar quebrado, debe ser parejo y suave al tacto. Su piel debe estar limpia y libre de manchas, sarpullidos, y eczemas. Un gato saludable se asea con regularidad y raramente tenga el pelo enmarañado.

Para examinar la piel y el pelaje de tu gato, abre el manto en varios sitios distintos a lo largo de todo el cuerpo, incluyendo las piernas, el cuello, el mentón y la cabeza.

Signos a buscar:

· Pelo sin brillo o piel seca

· Caída excesiva de pelo (excepto en primavera)

· Bultos

· hinchazones

· Zonas calvas

· Heridas abiertas

· Infestación excesiva de parásitos

· Rascado o mordeduras insistentes e intensas sobre la piel.


En algunas zonas, las pulgas tienen la temperatura que necesitan para vivir todo el año , esto permite que los animales tengan problemas en la piel, siendo el más frecuente la dermatitis alérgica por pulgas.


El prurito o picazón es el signo clínico principal y puede manifestarse como pequeñas mordidas, frotarse, darse vuelta o rascarse.

Estas manifestaciones provocan lesiones secundarias al rascado que se traducen en inflamación, pelos secos, pelos rotos, descamación de la piel, etc.

Las lesiones se asientan, generalmente, en la base de la cola y la región dorso-lumbar ("espalda"), pero también se manifiestan sobre la región de los muslos, la ingle y abdomen, aunque con menor intensidad.


Asimismo, debes revisar los espacios entre los dedos de las patas del animal. Si tu gato pasa tiempo al aire libre, las espinas, las piedras, la arena, y los granos de sal usados para derretir la nieve pueden irritar fácilmente la zona entre los dedos.

Peso

Los veterinarios estiman que el 30% o más de los gatos tienen sobrepeso. La obesidad en los gatos tiene una gran incidencia en los problemas a nivel del hígado, en las enfermedades cardíacas, y en patologías como diabetes, pancreatitis y artritis.


Una de las maneras de determinar si tu gato necesita perder peso es practicando el método de “puntaje de condición corporal” sobre el animal.


Si tu gato se encuentra en buena condición deberías ser capaz de contar cada una de sus costillas al apoyar tus manos y presionar sobre la caja torácica.

Si miras al gato desde arriba, debería haber una hendidura detrás de las costillas, justo a la altura de la cintura. Si lo miras de costado, la panza deberá estar pegada al cuerpo, y no arrastrarse por el piso.

Manuela betancor 2010

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