TIPOS DE CONEJOS:
Existen muchas razas de conejos, siendo las más adecuadas las llamadas de "tipo medio", con peso adulto entre 4 y 5 Kg (9 a 11 libras), siendo las razas locales las más rústicas y adaptadas al clima de la zona, pero es imprescindible mejorar a la mayoría de razas locales con otras de mejoradas, como la neozelandesa blanca, o roja, y la californiana.
No lleva a ninguna mejora el ir probando con diversas razas a pesar de sus formas, o por sus llamativos colores de piel...o por lo dicho por un vecino...
La cruza entre un macho de raza mejorada, con hembras locales rústicas, da lugar a un aumento de la producción en los hijos e hijas, tanto reproductiva, que lo aprovecharemos si son conejas que vamos a utilizar como reemplazos, como si son conejos de engorde, a los que se les mejoran la rapidez de crecimiento, la conversión de pienso en carne, así como el aumento de la proporción de carne de calidad.
COMO ESCOGER LOS CONEJOS REPRODUCTORES:
Para iniciar desde cero, la recomendación es adquirir las conejas, que precisemos inicialmente, de raza local, normalmente de color silvestre o lobuno. En cambio el macho, o los machos ( cada uno puede servir para diez a doce conejas ) mejor adquirirlo en Centros Oficiales de Selección, si existen, o en criadores con razas puras. De preferencia los Neozelandeses blancos, o rojos ( o los Fauve de Bourgogne ), o Californianos, con buena conformación, y especialmente, que estén sanos. ( Ver foto en la portada ).
Una vez cruzados, y de entre los nacidos, escogeremos nuevas hembras dentro las hijas, para que nos sirvan de futuras reproductoras. Normalmente salen de pelaje y ojos obscuros, con el tipo de cruza señalado. A estas conejas, hijas del cruzamiento, una vez alcanzada su madurez para ser cubiertas, las volveremos a llevar a la jaula de un conejo macho de raza selecta.
La sanidad es un factor muy importante a tener en cuenta, antes de que se vayan a adquirir nuevos animales. Revisarlos, o hacerlos revisar por técnicos, por ejemplo los veterinarios de centros oficiales o en los de V.S.F., antes de adquirirlos.
Los reproductores, tanto cada macho como cada hembra, no deben iniciarse en la reproducción demasiado jóvenes. Esperaremos a que tengan los cuatro meses y medio desde el nacimiento. No deberán usarse conejos viejos de desecho. Ver capítulos siguientes.
No deben tener síntoma de tos, ni moco en ollares, ni los ojos dañados, o las patas. Estar bien de pelo y tener limpio el interior de las orejas, que además no deben ser exageradamente grandes, pero sí deben ser enhiestas, y no demasiado pequeñas si la zona es muy calurosa ya que les sirven para irradiar su propio calor.
Si se quieren los conejos para hobby o como animales de compañía, los gustos en aspecto son a tener en cuenta, pero no es el propósito de este librito.
Para conejos de producción para carne, el objetivo único es escoger y multiplicar solo a los que nos rindan más como productores de carne. Unicamente son los que deberemos valorar. Buscaremos los de piel fina y despegada, conformación larga del cuerpo, pero con amplio y carnoso lomo y muslos. Los colores del pelo no influyen en absoluto. En el dibujo ( todos son del propio autor) se describe la forma óptima, de los conejos o conejas adultos como futuros reproductores. De cuerpo cilíndrico, y de una longitud de cuerpo que sea de unas tres veces la anchura del cuerpo
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