Los CamÉlidos
Emparentados con los camellos, son los animales nativos de mayor tamaño. Los españoles llamaban "ovejas" a las llamas, único animal de carga de las alturas andinas prehispánicas. Fue vital para las antiguas culturas, en la Colonia y, para la actual población altiplánica: son los proveedores de carne, cueros y lana.
Esta familia de mamíferos, los camélidos, caracterizada por la posesión de almohadillas plantares, no llegaron precisamente de oriente, sino que sus antepasados deberán ser buscados en Norte américa desde donde, hacia finales de la era terciaria una rama emigró a Euro asia a través del estrecho de Bering. En Norte américa los camellos se extinguieron hacia finales del la glaciación con la especie Camelops.
Llama | Alpaca | Vicuña | Guanaco |
Los camélidos incluyen dos géneros distintos: Camelus, del Viejo Mundo, con el camello de Arabia y el camello bactriano; y la Lama de Sudamérica, con la llama, el guanaco, la alpaca y la vicuña.
Los camélidos difieren de otros animales con pezuñas en que el peso del cuerpo no es aplicado sobre aquellas, sino sobre las almohadillas plantares; solamente los extremos anteriores de la pezuña tocan el suelo.
Otras características de los camélidos son: el labio superior hendido, el largo y curvado cuello y la falta de piel tensora entre el muslo y el cuerpo (en contraste con lo équidos y bóvidos), por lo que sus patas parecen muy largas. Carecen de vesícula biliar, su andadura es semejante a la de los osos, jirafas y elefantes, y son los únicos mamíferos que tienen los glóbulos sanguíneos de forma elíptica.
Todos los camélidos tienen un incisivo superior aislado, que en los machos de la especie Lama presenta forma de gancho y bordes agudos, semejantes a los caninos en forma de colmillo que tienen en ambas mandíbulas. Estos dientes en forma de colmillo son un arma peligrosa y en cierto modo, sustituyen a los cuernos de la mayor parte de los demás rumiantes.
Todos los camélidos viven en climas secos con grandes diferencias de temperatura y una elevada intensidad de radiación. Poseen gran resistencia a la deshidratación. Habitan regiones muy inhóspitas: los camélidos del Nuevo Mundo, en las altas montañas de los Andes, y los del Viejo Mundo, en desiertos y estepas. Y todos ellos prestan servicio a poblaciones humanas que viven en permanente conflicto con las fuerzas de la naturaleza.
Son los únicos ungulados (mamíferos con casco o pezuña) que se aparean en posición reclinada. Las madres no liberan a sus crías de las envolturas embrionarias, ni las lamen para secarlas, ni ingieren la placenta. A las pocas horas de su nacimiento, las crías maman de pie, después de una breve búsqueda de las mamas; es indudable que su instinto les lleva a buscarlas en un ángulo aproximadamente intermedio entre la vertical y la horizontal.
En conjunto, todos los camélidos manifiestan los mismos esquemas motores, que aparecen espontáneamente, unas veces inmediatamente después del nacimiento (como sacudirse, estirarse, revolcarse, patalear) y otras veces por etapas (como rascarse ellos mismos, mordisquear, patear el suelo y todas las formas de comportamiento social). Aunque los dos grupos presentan diferentes actitudes de amenaza, todos los camélidos muestran un comportamiento de ataque similar: se abalanzan hacia el costado de su oponente, le muerden las patas, el cuello y la garganta (también el cuerpo en el caso del Camelus), y presionan, a la vez, el cuello hacia abajo.
Estas luchas con el cuello son típicas de muchos rumiantes carentes de cuernos. Los miembros del género Lama pueden infligir también profundas heridas con sus dientes en forma de colmillo ganchudo. Otras veces atacan saltando, más frecuentemente Lama que Camelus, y adoptan otros comportamientos, tales como el de mordisquear las patas del adversario, echarse sobre él si se encuentra en pie y arrodillarse encima si está echado para oprimirlo con el propio peso hasta que muere. Puede ocurrir que los dos animales que están luchando se estrangulen uno a otro simultáneamente. Se conocen también curiosas tácticas de aproximación para el ritual de apareamiento.
Todos los estados del comportamiento durante la lucha están ya presentes en los juegos de los jóvenes, que son muy vivos, particularmente en los camélidos del Nuevo Mundo. A medida que los animales se hacen mayores, los juegos se van convirtiendo en verdaderas luchas. Los jóvenes juegan asimismo a competir en la carrera y a aparearse, (montándose uno en otro), pero nunca lo hacen con objetos inanimados como muchos ungulados.
En su estado salvaje los camélidos sudamericanos (vicuñas y guanacos) viven generalmente en familias formadas por un macho y de 3 hasta aún 10 hembras con sus crías, el macho tiene la hegemonía en el grupo y expulsa las crías antes del año de nacidas. Posteriormente los machos se reúnen en tropas de hasta 20 animales, mientras que algunos machos viven solitarios y errantes hasta establecer su grupo familiar. El territorio de la familia es delimitada por sus letrinas ya que estos animales sólo defecan en lugares establecidos, territorio que es valientemente defendido por el macho. Este comportamiento social ha sido modificado entre los camélidos domesticados (llamas y alpacas), sin embargo, la hegemonía siempre la ostentan los machos.
Las 4 especies de camélidos suramericanos se pueden cruzar entre ellas, pero a la secunda generación vuelve la especie predominante.
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